Después de la decepción -y cabreo que nos cogimos muchos- de
Alien: Colonial Marines, Sega ha intentado redimirse de sus pecados y de los ajenos -esto va por
Gearbox- lanzando el que con toda seguridad es el mejor juego basado en el universo
Alien, franquicia cinematográfica con la que
Ridley Scott aterrorizó al público allá en 1979 con un
Octavo Pasajero que es todo un clásico del cine de horror y ciencia ficción.
Alien: Isolation es un juego largo y tenso, no apto
para cualquier tipo de gamer, menos para la gente que vea como una
cuesta arriba el ejercicio de la paciencia. No serán pocas las veces que
vais a morir en los pasillos de la estación Sevastopol mientras tratáis
de agudizar el ingenio para sobrevivir a un
Xenomorfo letal, que te pondrá en jaque constantemente.
La trama del juego nos introduce en la piel de
Amanda Ripley,
hija de la bien conocida Ellen Ripley -protagonista absoluta de la saga
Alien junto con los xenomorfos-, que trata de averiguar qué sucedió con
su madre 15 años atrás. Su búsqueda la lleva hasta una estación
espacial llamado Sevastopol, acompañada por miembros de la corporación
Weyland-Yutani, esperando que un archivo de audio sobre la
Nostromo
-la famosa nave del primer film- pueda ayudarle en su investigación. Al
llegar a Sevastopol, se encuentra rápidamente en conflicto con los
intereses de la corporación, que desea mantener viva a la criatura
alienígena, pero este será el mal menor de Amanda: al letal xenomorfo
que está sembrando el lugar de muerte, se unen unos sintéticos de
Seegson
casi tan peligrosos como el xenomorfo. La narrativa del juego prescinde
del abuso de escenas cinemáticas y deja todo el trabajo al jugador, que
deberá encontrar documentos y archivos que van desengranando, poco a
poco, toda la trama.
La paranoia en
Alien: Isolation es constante. Hay
que mirar dónde pisamos, vigilar los recovecos, mirar hacia atrás a la
mínima sospecha, reconocer los sonidos del xenomorfo, comprobar el
detector de movimiento de forma regular… y morir. Y es que
un enfrentamiento directo contra el Alien es un suicidio,
pues raras veces tendremos armas a nuestro alcance -el lanzallamas es
una bendición del cielo- y las mejores tácticas para sobrevivir pasan
por la distracción y el encontrar un buen escondite donde permanecer a
salvo. Es muy recomendable disfrutar de las partidas en un entorno
aislado, con auriculares y las luces apagadas para sumar más tensión a
la ya lograda atmósfera.
Como avisaba al principio,
Alien: Isolation es todo
un ejercicio de paciencia. No esperéis un juego dinámico, más bien
tenemos situaciones tensas que se extienden agónicamente durante largos
minutos, aderezadas con otros momentos de adrenalina pura por la
urgencia de la escena. Y en esto juega un papel muy importante el
comportamiento del
Xenomorfo, totalmente impredecible y
que hace que ninguna partida se parezca a otra.
Esto, a priori, suena
muy desafiante, pero en la práctica podemos toparnos con muertes casi
accidentales o hasta absurdas, y ojo, que es fácil caer en sus garras
una y otra vez en algunos tramos del juego, repetiéndolos hasta llegar
al ansiado punto de guardado -salvad en cuanto podáis, es otro útil
consejo-. Cuando ya llevéis varias partidas, os daréis cuenta de que
muchas secciones del juego no son más que moverse del punto A al B, con
algún pirateo de por medio, y se abusa bastante de ello: quizás alguna
mayor variedad de situaciones hubieran enriquecido más la experiencia.
Otro de los grandes enemigos a esquivar en
Alien: Isolation
son los sintéticos, aquellos robustos cyborgs de sangre blanca que
hemos visto en las películas. Se mueven lentamente, sí, pero son
máquinas muy duras de destruir y en más de una situación nos pondrán un
un terrible aprieto, sobre todo cuando tengamos que emplear armas de
fuego o salir corriendo: el fino oído del
Xenomorfo nos
detectará y se unirá rápidamente a la fiesta. Pero no todo son carreras
o esconderse en la esquina más oscura, también tenemos puzles, no
muchos ni muy enrevesados, y debemos elaborar objetos -obteniendo
previamente sus planos- que nos facilitarán mucho la supervivencia en
Seavastopol -pero cuidado, todo en tiempo real y quedando totalmente
expuestos-.
A nivel gráfico, una de cal y otra de arena. La
ambientación del juego está muy lograda y cuidada, con detalles
extraídos directamente del film, pero al examinar el apartado técnico
nos topamos con un resultado un tanto decepcionante para un juego que
levantaba tantas expectativas.
Lo más llamativo es el sistema de
iluminación, con sombras y reflejos que, como decía, nos trasladan a la
película de 1979, sin embargo, nos topamos con ciertas texturas un tanto
simplonas, algunas estancias con escuetos detalles, animaciones que
dejan que desear y problemas de inteligencia artificial más propias de
producciones de bajo calibre y que pueden influir en la propia
jugabilidad de
Alien: Isolation-recordad aquello que os comentaba de las muertes sin sentido provocadas por el
Xenomorfo-.
A nivel sonoro, se recuperan algunas piezas de la película, lo cual es
un punto a su favor, y el doblaje en castellano cuenta con voces
perfectamente reconocibles y a las que estamos tan habituados ya.
El modo historia tiene una duración de unas
20 horas,
una cantidad de tiempo muy generosa, sobre todo cuando a día de hoy
tenemos aventuras que tan solo nos brindan sesiones que no pasan del
total de 10. Pero aunque esto pueda resultar un punto a favor de
Alien: Isolation,
es más bien lo contrario: la reiteración de la mecánica jugbale se
estira demasiado durante todo ese tiempo y con la sensación de ser algo
forzado, lo cual puede hacer que el juego caiga en la temida monotonía.
No obstante, tenemos disponible también un
modo superviviente,
repleto de niveles donde debemos cumplir objetivos concretos para
superarlos, en otras palabras, es lo que podemos llamar un modo desafío,
con un ránking donde comparar puntuaciones con otros jugadores.
Recordad también que
Alien: Isolation tiene planeados hasta seis meses de contenido descargable
que irá detallándose poco a poco, por lo que si al final resulta que el
título tiene el éxito comercial conveniente, es probable que tengamos
una hipotética edición de juego del año en el futuro.
Alien: Isolation es, sin duda alguna, el mejor y más
fiel juego dedicado a la saga fílmica de terror xenomórfico. Pero vaya,
que difícil no lo tenía, con antecedentes como aquel
Alien Trilogy -que, aunque entretenido, no era más que un plato de comida rápida de la época- o el nefasto
Aliens: Colonial Marines -todo un acto de sinvergonzonería por parte de
Gearbox-.
No estamos ante el juego definitivo de
Alien,
ni mucho menos se trata de un programa perfecto y, también me temo, que
tampoco es el título hypeado que nos ha estado vendiendo
Sega
durante meses. El apartado técnico y una mecánica jugable repetitiva
son sus mayores lastres, pero si deseas pasar un mal rato -en el buen
sentido-, tienes el don de la paciencia y eres fan de la franquicia,
este
Alien: Isolation va a darte largas horas de desafíos y tensión.
Fuente
www.mundivideojuegos.com